ARAM: Caos llega en 25.21 — Riot deja de fingir equilibrio y abraza el desmadre

Riot ha anunciado un nuevo modo para la versión 25.21: ARAM: Caos. Y aunque lo presentan como una evolución natural del modo clásico, la realidad es mucho más sencilla:

ARAM ya era un patio de recreo… ahora simplemente le han añadido gasolina y un mechero.


¿Qué es ARAM: Caos?

Es ARAM, pero con aumentos al estilo TFT o Arena. Entre 4 y 5 bonificaciones por partida, desde nivel 1 hasta nivel 15, que convierten a cualquier campeón en un meme viviente con poder real de destrucción.

¿Querías una Sona support? Mala suerte. Ahora es un tanque inmortal.
¿Te tocó Mordekaiser? Perfecto, disfruta cruzando el Puente a velocidad de cohete.
¿Te molesta que los Nunu sean molestos? Imagina tres. O cuatro. O diez.


¿Por qué Riot lo ha hecho?

Porque ARAM lleva demasiados años siendo “el modo chill” y Riot ha decidido que ya es hora de convertirlo en LoL sin responsabilidades.

Y como buen movimiento comercial, lo han disfrazado de innovación:

“Queremos fomentar estilos creativos.”
Traducción: “Queremos que te rías mientras alguien te borra con una bola de nieve del tamaño de un Barón.”


Lo bueno y lo malo

Lo bueno ✅Lo malo ❌
Diversión instantáneaClaridad visual nivel apocalipsis
Partidas impredeciblesBalance inexistente
Combinaciones absurdasGente confundiéndose más que en SoloQ

Riot garantiza algo importante

“ARAM clásico seguirá en el cliente.”

Traducción:

“Sabemos que habrá quien odie esto, así que tranquilos, no os quitamos vuestro modo de relajación. Solo añadimos uno para desahogo absoluto.”

Es decir: ARAM seguirá siendo ARAM… pero ahora tendrás ARAM con esteroides al lado para cuando vengas quemado de SoloQ.


Opinión Kernel Rift

ARAM: Caos no es un modo para competir. Es un modo para desconectar del ego.
Para aceptar que el LoL no siempre tiene que ser serio, ni equilibrado, ni justo.

¿Está bien diseñado? Probablemente no.
¿Va a ser un desastre visual? Seguro.
¿Lo voy a jugar? También.

Porque hay días en los que no quieres demostrar nada.
Solo ver cómo una gallina cruza el Puente y se convierte en rey.

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